Por la tarde del martes la Princesa Nube y yo tratando de escapar de la lluvia nos encontramos con un cartel que anunciaba una banda de Jazz a presentarse por la noche. Sin dudarlo decidimos ir.
Llegamos una hora antes mientras para asegurar un sitio cerca al escenario.
Llegamos una hora antes mientras para asegurar un sitio cerca al escenario.
El ambiente del Ukukus no habia cambiado en dos años. Aquella epoca en donde debia de tocar fondo por lo menos dos veces a la semana siempre fue el testigo de un espiritu residuo y de disimil concepto natural de diversion con el que forme un gran grupo de amigos.
La banda comenzaba a tocar y el impecable sonido divagaba por el ambiente, ese placer que se combina con el suspirar de una flauta traversa, el latido interior del contrabajo, el fluir dimensional de las trompetas y trombones, la agilidad gelida del teclado y un incesante de destiempos en la bateria crearon la alquimia sonora que hechizo a los espectadores caer en la embriaguez magica de esa deleitante posion armonica.
Termine de escribir esto escuchando:
Born Slippy -_- Underworld
