miércoles, 10 de marzo de 2010

De las cosas que no se pueden escapar...

Y una de esas tantas cosas son las memorias que estan ahi, en mi caso perplejas cada vez que las encuentro, ellas tienen ordenes de estar bien escondiditas pero como soy jodidamente curioso siempre las llego a encontrar, pero lo juro Fangora nunca es con intencion. Hoy por ejemplo descubri que en el msn hay una lista de contactos en donde aparece registrado todos los mails que recibiste en los ultimos años, con decirte que encontre uno del 2004 quiere decir que es efectivo. Asi pues me la pase buscando por todos lados si alguien me habia reenviado alguno de mis cuentos que esparci hace algunos años y que esta vez ya me he resignado a perder.
Que ganas de regresar por algunos minutos, y tan solo como expectador, a esos años de fiesta interminable, de fines de semana, esas cadenas de mail en el instituto citando las borracheras de fin de ciclo, estar sentado en una banca estudiando, esperar por las cosas que nunca llegaron, leer consejos, disculpas. Todo eso de alguna forma me traslada a un verano de mediados de los dos mil, en Lima la horrible, los registros de un comienzo y algo que acaba, esa fuerte brisa frente al mar en el acantilado de la Costa Verde, la avalancha de tristezas que vendrian luego, sigue esa atmosfera en mi cabeza, no la melancolia sino el verano, el sol agonizante de la mañana, el humo de los cigarros la musica de los 80 en el carro de la china, la mirada inadvertida de aquella chica que desmontaba mi realidad, esperar cada tarde a que llegara la noche para que de esa forma el dia terminara.
En unas semanas estare unos dias en Lima la horrible, mi madre regresa al peru despues de casi 4 años. Que alegria volver a verla. Que alegria pensar que nuevamente de alguna forma volvere a recojer alguno de mis pasos que deje tirados por aquellas tumultosas calles de musgo y nicotina, esas calles que me abrigaron de la soledad errante de una felizmente triste epoca.


Termine de escribir esto escuchando:

Superdrag -_- Sucked Out.